El inconsciente humano…
inteligible, detonante y deteriorado socialmente…
es un compuesto trifásico que no entiende,
que algunas veces no divisa la frontera,
del dónde empezar y del dónde terminar…
la primera muestra de la humanidad…
se da en el contacto que el ser humano tiene consigo mismo…
en el vientre y rodeado de agua,
se comprende a sí mismo,
se entiende, se hace a sí mismo,
instintivo y natural…
es así mismo su condición biológica.
“un ser que nace del contacto, y que crece dentro de alguien”
Dos segundos después, entra a la tierra,
lo tocan manos que no conoce,
escucha voces que no había escuchado,
siente contextos que en los que no había estado,
desarrolla, entrelaza y manifiesta,
su condición social,
un ente entre millones de entes más,
en una lucha constante entre el yo y el ellos…
entre lo que quiero y lo que quieren de mi.
Reacciona, acciona y motiva…
su segundo estado natural, menos instintivo,
pero comprensible, divisible y explotable…
se comprende a sí mismo,
se piensa a sí mismo,
se siente a sí mismo,
comprende su estado psicológico…
“donde se desea ser, se necesita ser y se debe ser”…
Pero se topa, se estremece , se encuentra…
en la oposición constante…
donde enfrenta a su ser con el de sus demás seres…
del deseo de gritar porque quiere,
de las reglas de callar porque tiene,
por el cerco que nace, crece, evoluciona…
bajo las reglas que están ahí,
que no se ven,
que me guían,
cual Dioses de culturas,
cual aniquiladores de individuos…
de conciencias…
y de mentes críticas que siguen al rebaño…
demostrando que se es para ser,
un ser para lo demás…
donde pone a prueba su intelecto,
donde consume sus sentimientos…
límites donde se pasa una vida…
comprendiendo si yo… si ellos…
si suyos o si míos…
donde se bloquea, se estampa, se arremete…
contra las ideas,
donde se revolucionan…
donde se contradice todo…
“el ser humano se reinventa diariamente en comunidad”