El Bendito orgullo.
De ese orgullo…
que escucha…
que reflexiona…
y que siente al mismo tiempo…
que espera inerte… para saber cómo y dónde contestar.
De ese maldito orgullo…
que le dice a la gente:
“este es mi dedo mayor, velo muy bien”,
porque es lo único que verás cuando siga adelante.