Mujer…
Llena de luz, llena de magia, arte y vida.
Tu, mujer que como un trébol de 4 hojas atraes más que solo suerte, atraes mil emociones que abrazan esta alma golpeada por el tiempo…
Tu con la que hemos compartido diversos momentos en este universo…
Tu, la que quiero profundamente y anhelo acompañar en un lapso de tiempo indefinido, como un préstamo de felicidad.
Tu, el otoño, el cambio de mi vida que al alba renace con nuevas energías.
Tu como esas noches frías de noviembre donde tu querer no existe.
Tu que como el viento me abrazas, como el agua me acaricias, como la tierra me sostienes, como el fuego, alejas mi frío…
Tu, mi compañera de batallas, de lucha, resistencia y de vida.
Tu, estrella fugaz en el firmamento de un universo instalado en mis pupilas.
Tu, mil emociones, tu mil sentimientos, mi poesía, mi melodía, tu el ser que quiero seguir pensando y escribiendo en estas hojas que se dilatan con el tiempo.
Tu el sueño profundo del que me enamoré con caídas y vuelos altos, subidas y bajadas, cariño y odio…
Tu mujer, el sueño del que no quiero despertar.