Sí, tengo vagina,
eso no le da el derecho a usted de aprovecharse de mi feminidad,
Sí, tengo vagina,
pero no le permito a usted que me niegue la oportunidad de practicar cualquier deporte que se me apetezca.
Sí, tengo vagina
eso no le da el derecho de menospreciar mis capacidades profesionales e intelectuales, pidiendo sexo como trueque.
Sí, tengo vagina
eso no me convierte, ni en débil… ni en puta… ni en santa… ni en zorra… mucho menos apretada como vulgarmente usted se expresa de mi.
Tengo vagina…
eso me permite a mi, dar vida y cuando yo lo decida, amar igual que usted.
Tengo vagina…
esa es la única oportunidad que el universo me da a mi, para hacer del mundo que encontré, uno mucho mejor…
Sí, tengo vagina,
como la tiene su madre, su hermana, su tía, su prima, su esposa y sus hijas.
Sí, tengo vagina,
y eso me convierte en mujer… pero también en ser humano, que siente, que ríe, que piensa, que se expresa, que es totalmente igual que usted.
No mas, no menos… usted y yo somos iguales.