Escucho la lluvia, veo las gotas caer… no puedo evitar relacionarlas con tus besos, que como gotas de lluvia fresca cayeron esa noche sobre cada rincón de mi cuerpo… haciendo que olvidara todos aquellos días que te había extrañado.
Estoy enamorada de ese pequeño momento en el que solo existimos tú, yo, unas miradas que dicen «te amo», caricias que roban el aliento y abrazos que gritan «quédate».