No quiero justificar mi silencio, pero prefiero quedarme callada, que hacerle daño.
Lamento mostrar mi enojo a través del silencio, para no agredrirle con las palabras, los golpes tienen cura pero las palabras ocasionan heridas que perduran.
Soy una estúpida al enfadarme con locura, por una mínima falla de su ternura, pero es que lo que siento por usted es tan grande que no tolero su silencio tras varias horas sin saber de su persona.
Perdón por mi silencio, pero prefiero salir de esto sola, no hay nada ni nadie que me ayude a salir de este tormento.
Mi alma llora por dentro, y la delato con mi enfado.