Cada vez que te tenía cerca, sentía como algo dentro de mi ardía, eras fuego, fui yo quien se quemó. Fuimos agua y aceite de tan diferentes, pero cuando estábamos solos nuestra combinación se convertía en fuego y gasolina.
Prometo recordarte como la chispa con la que deseaba divagar por horas, siempre voy a recordar tu mirada penetrar la mía, mientras el fuego se consumía.
Eras mi escape del día a día.