Este corazón que ya no extraña, que ya no sufre, que ya no llora.
Esta cabeza que por fin solucionó el problema de superarte.
Este cuerpo que hoy acepta la dicha que le has dejado, reconoce hoy tus marcas no como heridas, sino como simples cicatrices.
Y esta mujer que entendió que ahora eres un solo recuerdo, hoy decide abrir el corazón sano, su mente ilusionada y cuerpo lleno de electricidad para seguir siendo feliz.