Al final del día todo se resume en si será o no, será o no.
Dijo para sí mismo, mientras el viento jugaba con su cabello, entonces se dio cuenta que reír y llorar es lo mismo, ambos purifican el alma. – pero qué importa, estar o no estar, si la más simple brisa desata un vuelo desenfrenado y nos destroza…
Recordó con un nudo en la garganta, un pasado sombrío digno de ser olvidado.
-pero por qué llorar o reír, ¿de qué sirve?
Entonces en silencio, emprendió un viaje, un vuelo que nunca terminaría, cuyo camino y destino desconocía, pero estaba dispuesto a explorar
Estaba seguro que el sol iluminará su camino al final del día…