Érase una vez un centro de práctica psicológica que dejó marcada la vida de una estudiante. La teoría del self ahora impregna su poesía, ahora comparte contigo el cuarto de juegos para terapia con niños y el ambiente que impregnaba las clínicas de atención para adultos. Sale de aquí pues, el nombre que me coloco en ésta página, del último párrafo de éste poema que es la parte que encierra la universalidad de la terapia centrada en el cliente: desde terapeutas, hasta personas.
Me envuelve un alma acogedora y fuerte:
Polvo, relojes y colores me rodean
Y animados seres de mirada inerte
Mientras otros en movimiento se regodean
Alto y fuerte el silencio se propaga
Si desespera, toma una pistola y se mata
Llora la sonrisa, se ríe la llaga
Mientras tanto la taza a la tetera se ata
Figuras paleo-herpetólogicas rectanguladas
Aletargadas alargan sus cuellos inverosímiles
Por cual teatro con las ventanas cerradas
estrenando obra Sagrada valorada en miles
y bajo un bello manto tejido y entretejido
De finas y caprichosas formas
Se animan ante el nuevo forajido,
A meter las patas las airadas normas
Me atrevo a decir que los hoyos negros del vasto universo
muestran así, atisbos de su magno centro
¿será un vacío corpulento o un mundo en verso?
Se dice que todo hoyo negro tiene un espejo dentro.