Quiero un amor fantástico…
de esos de cuentos de hada…
con príncipes y princesas…
de esos que fueron felices para siempre…
Quiero un amor enfermizo…
de esos que se toman de la mano…
comparten tiempo aburrido…
y se ahogan en penas superficiales….
Quiero un amor de cultura…
de esos que se dañan y violentan…
que se aman como pueden…
y viven sin vivir…
Quiero un amor con poder…
donde domine y me sigan…
que se amen sin razones…
y se quieren por necesidad…
O… eso quería…
antes de que nuevos conceptos me atravesaran…
arremetieran contra mi ser…
y se fundieran en entendimiento…
Quiero un amor real…
crudo como la vida…
creativo hasta las entrañas…
en mi nueva librearía de conceptos creatividad es igual a libertad.
Quiero un amor rebelde…
que no sea ni rosa, ni fácil…
pero que se construya diariamente…
fundamentado en la humanidad…
Quiero un amor intangible…
que pueda amar a la distancia…
que extrañe y que espere…
y que se transpire en los cuerpos…
Quiero un amor libre…
alejado de ser una necesidad…
del concepto aludido a la sumisión…
uno fuerte, sutil y extrañamente común…
Un amor revolucionario…
que aprecie los ínfimos momentos del tiempo…
que vea en un horizonte diferente…
y que procure con la misma actitud equidistante…
Un amor intransigente…
que piense afuera de la caja…
que no se acomode a la naturalidad social…
que se comunique con conceptos convenidos…
Un amor humano…
que se libere del pasado…
que dimensione el presente…
y que reconstruya el futuro…
Más allá de nosotrxs.