Con un poco de ironía…
su corazón era una puerta corrediza de plástico …
quizá y esa era la razón…
por la que le daba el gusto de entrar y salir
con el antojo que la placía
en cualquier momento…
en cualquier lugar…
con cualquier excusa.
Con un poco de ironía…
su corazón era una puerta corrediza de plástico …
quizá y esa era la razón…
por la que le daba el gusto de entrar y salir
con el antojo que la placía
en cualquier momento…
en cualquier lugar…
con cualquier excusa.