A partir de la creencia de su madre…
… de dedo gordo a dedo gordo…
que con esa mirada perdida,
frente al papel o pantalla,
antes, durante y después…
de la exquisita sensación de escribir;
ha sido, sin miedo a equivocarse,
lo que le ha mantenido vivo en algunas épocas obscuras,
como a mí, a otras personas “normalez”.