Pues resulta que no somos indispensables el uno del otro pero nos extrañamos de tal manera que no podemos seguir con nuestra piel a tanta distancia.
Resulta que las noches de lluvia te hicieron extrañarme mas. A mi, me hizo recordar cada hora que pasaba a tu lado y como cada mañana amanecía en tus brazos.
Resulta que intentamos prolongar nuestra despedida, marcharnos, decir ya no te amo…
Pues resulta que aquí estamos sentados frente a frente con la mirada brillando de amor.