Despierto, y ¡si! La voz de una tormenta me toma por sorpresa. Parece querer comunicarse conmigo, contarme su enojo o inspirarme.
Únicamente la escucho y pienso que el invierno llegó, trayendo entre sus maletas mis recuerdos.
Ríos de sonrisas y lágrimas de desahogo, se pintan en mi memoria.
Alzo un durazno entre mis dedos, pero se desvanece en un suspiro, ahora la tormenta es más fuerte, busco el durazno pero ya no está.
Sangre aparece en su lugar, y a partir de ahora no entiendo nada. ¿Será esto un sueño? Pregunto una y otra vez.
Nadie me responde, pero todo se desvanece, nada es real. La lluvia cae ligera, ahora el silencio es fatal, estoy solo con mi mente.
Otro día ha comenzado, el invierno, una estación hermosa, regresó, lo de la noche anterior ahora es un simple misterio, que en unos días no existirá.
PL