Otro día cualquiera
las pestañas quemadas
y los pensamientos aturdidos,
la nostalgia se ha ido
superándola con creces
Beneméritos placeres
han contagiado de risa
los albores neuronales
que han construido
carreteras finalizadas en precipio
Angustiosa vesania
que lame los suelos celestiales
con sangre putrefacta
que despide olor a hierro
y ganas de venganza
Esta insolencia
satiriza el descontento
con símiles de fortaleza
que se inculca en los ojos
para disimular las lágrimas
Rutinas pegotosas
se abalanzan en el desvarío
que provoca la normalidad
que gobierna su conquista
de los quintetos melodiosos
Vectores que abarrotan
el momento de eyaculación
creatividad potenciada
por la fatiga indomable
y la costumbre maldita
Sentados en el trono
con melodía en la boca
insana resistencia
y mente intranquila
que menosprecia la razón
Rabia circular
estigma discernido
entre la mediocridad
de unas elecciones fingidas
por prestidigitación e ignorancia
Una colectividad sumergida
en agravios independientes
de tierras infértiles
que nos dejan caminando
cojos y sin esperanza.
Sociedad de papel