Terminó el martirio…
La benevolencia con la que le trató febrero
procuró mantener viva la llama del amor
en un momento de infortunio
recuerda lo que la vida le hizo decidir
Una extraña brisa
con sabores a mojado
se manifiesta
entre charquitos de natura
Aún puede ver los corazones suaves
que rebotan en el asfalto mojado
como cagadas de pájaros
que recientemente comieron
Ve ingresar tanta gente
a nidos con olores comprados
donde la sangre domina las paredes
que salpica con creces en la cama
Al centro del cuadrado
una montaña de estiércol
acompaña los recuerdos
del dinero bien gastado
Casi siempre la culpa, se refleja en un espejo
que Ligeramente guarda los secretos
de labios y labiales censurados
Mil historias «asquerosas»
cuentan las vetas de los pisos
de pasiones que fueron señaladas
acumuladas en facturas sin impuesto
Piernas abiertas
dominan la salivación humana
pechos, blasfemias y sudores
se gritan entre ritmos lentos
y melodías apresuradas
Ombligos mojados
bailan enérgicos
el son del placer
sin amor evidente
Cuentos pornográficos
que ocultan los adultos
se mantienen oprimidos
en las esquinas religiosas
Esos espacios ocultistas
que no cuentan
los gemidos mentirosos
de personas vencidas
por la normalidad omnipresente.