Pensaste saber lo que querías
un sentido de pertenencia
un espacio al cual llamar hogar
raíces para asentar
firmes y robustas
…
Esa atadura tan segura
tan fuerte y cómoda
que no te dejaba caer
pero tampoco te dejaba volar
…
Ahí estabas, estática,
pero segura
Un árbol que no tuerce
Un faro que siempre alumbra
…
Apagaste todas las luces, cada estrella
Pensaste y añoraste con todas tus fuerzas
saber lo que querías
Pero no paraste a escuchar
…
Los susurros farfullantes
confesando con ternura
un secreto retumbante
un peligro impresionante
…
Como dulce néctar, la savia
alimentó el fuego interminable
Pero el tronco era fuerte
Solo dura marca fue evidencia
…
Del castigo que con látigos ardientes
quiso demostrar un alfa, un omega
Y detenerte eternamente
entre sus ojos, entre sus dientes
…
No era lo que querías
…
Ciertamente no era lo que querías
…
Y ahora que te das cuenta
solo queda remediar
esa roca inmovible
en el largo camino a trazar.