La vida resumida en números no vale la pena
y si insistes en contar confirmas tu deuda
al final de tus días te conviertes en un número
gloria a tus queridos si todos los demás desaparecen
gloria si es lo que menos recuerdan
gloria si muchos números aparecen
gloria…gloria…gloria…
si haces bien la cuenta, lanzaste los números al aire
te regresaron y de uno en uno se desgastaron
agrediste con números e igual números te dieron
con la violencia de un disparo miles de números cayeron
desde tu nacimiento hasta tu lecho de muerte
y desde entonces vives entre números
en una matriz de números que no son más que gotas
de sudor, de adrenalina, lágrimas…
dolores de espalda, gritos, enojo, frustración, pérdida, duelo…
los mágicos números pasaron a significar muy poco y en muy poco tiempo significaron todo y muy a menudo el pensamiento surgió:
“la vida son números”
al final puedes dedicarte a contar los números y para cuando hayas terminado
tu muerte estará tocando a la puerta
avientes los números que avientes
que le vomites en su vestido negro…
verás…
que los números solo son valiosos en nombre de todas las cosas que no son números
tal cual los números que representan ovejas
porque sino…¿qué cuentas? ¿sólo números?