Cortázar decía que los cronocopios lloran cuando tienen ganas
Y como tienen ganas lloran un poco más
Habemos almas cronocopios
Lloramos cuando el alma lo desea
Cuando el alma se desborda
Y limpiamos con agua salada las heridas
Y lavamos el corazón
Lloramos
Lloramos soledades
Lloramos desamores
Lloramos alegrías
Lloramos justicia e injusticia por igual
Lloramos con tristeza
Lloramos con ganas
Nos permitimos sentirnos desdichados
Es que algunos de nosotros
Nos permitimos sentir demasiado
Y ámamos sin prisas
Y ámamos con ganas
Y se nos rompe el corazón
Y lloramos
Luego, con aguja e hilo
Nos cosemos de nuevo
Y salimos a las calles con sonrisas nuevas
Con sonrisas que nacieron del llanto
Con sonrisas hechas de dolor
Con sonrisas que nacieron cuando sanamos al corazón