mientras me bebía el té
en una taza de porcelana…
ese famoso…mascullo de madre
con dos cucharaditas de azúcar
que te deja un toque amargo en el paladar
¡Pero el té no se enfría!…¡pónle hielo!
¡sópla! ¡mueve de una taza a otra!
mientras nubarrones en el cielo
aletargados se amontonaban
el sol les abrazaba con su panza alumbrada
¡a la otra no le pongas tanto tiempo a calentar!
¡ponle un platillo debajo!
y entonces el sol lanza un ultimo aliento naranja
y que luego rojizo resplandece hasta que muere
¡dame tu plato, que se juntan más!
¡pero con cuidado con la vajilla preciosa!
finalmente tonos más fríos se apoderan del algodón flotante
y el protagonismo se vuelve gris
justo cuando empieza a perder relevancia…
¡creo que se va caer ahí!
¡es muy delicado, habrá que usarla muy poco!
¡envolverla en papel y no dejarlas a la mano!
un pequeño punto de resplandor empieza a lucirse
tan puntual, tan precioso…
mientras el cielo se limpia se aparecen más destellos
¡no ahí no lo pongas! ¡puedes pasar rozando!