No se necesita la sabiduría más grande para saber cuán grande es mi deseo de caminar junto a ti.
Por eso no me voy, aunque la lluvia empape este corazón, aunque tu banqueta sea fría y tu rechazo martirio que conduce a mil golgotas de sufrimiento.
Sin embargo en mi poco juicio, existe alguien allí que espero pueda salir a la ventana y me vea, hazlo pronto que la hipotermia me acecha.