¿a dónde se fue el siniestro recordatorio
de que se agotan las suertes casuales,
de que lentamente la arena se acomoda
con el canto gravitatorio, con su golpecito eterno?
Después de orinar agujas, de llorar ácido
de acostarse en barras de metal con formas graciosas
después de tragar piedras…silencio…
¿y ahora que? esas impresiones ahí quedan
con recatada educación les doy la bienvenida
“si vamos a estar juntos siempre te haré espacio”
entonces en el sórdido silencio…
me reproduzco una suerte de existencia macabra
porque te espero cada día al cerrar los ojos
te espero cuando todo lo que me toca parece acariciarme
y cuando todo parece estar donde quiero…
te hago espacio… una vez más