Cuentan que un día se levantó y comenzó a caminar, atravesando paredes, árboles, ríos, mares, montañas y todo lo que aparecía en su camino.
Dicen que simplemente se desplazaba en línea recta con desesperación, como intentando llegar a un lugar inexistente, que se hacía material en sueños distantes y fríos.
Caminaba con tal aflicción que no se percató del momento en el que sus pies soltaron la tierra que con resignación soportaba las pisadas violentas.
Se desplazaba con tal fijación, que aunque el fuego del infierno le comenzaba a llegar a la barbilla, él no lo sentía, y seguía caminando para llegar a ningún lugar, dibujando con sus pasos una línea perfectamente recta, que parecía inocente y macabra como un pensamiento…
PL
Magnífico, me encanta. Por eso amo tus escritos. Eres tan excelente. 👏
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